Spider-Man a través del Spider-Verso (Spider-Man: Across the Spider-Verse) es la secuela de Spider-Man: un nuevo universo (2018), una película con una animación espectacular que cautivó y presentó en sociedad al Spider-Man de Brooklyn: Miles Morales. Es producida por Sony Pictures Animation, Lord Miller y Pascal Pictures y distribuida por Sony Pictures. Tiene una duración de 2 horas y 20 minutos.
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Esta entrega de la saga animada de Spider-Man tenía como difícil misión superar a su antecesora. La primera entrega del Spider-Verso fue elogiada por su animación (una suerte de 3D con aires de pintura al oleo y acuarela) y por su guion que logra cautivar tanto a niños como a adultos sin perder ritmo durante sus 140 minutos de duración. Tanto en este filme como en el primero, el multiverso tiene especial protagonismo.
“Tomando inspiración de fuentes más allá del mundo de los cómics, tan diversas como el Expresionismo Abstracto, las ilustraciones de cuentos, el ballet y el punk, A través del Spider-Verso es una mezcla impresionante de tradiciones artísticas con una actitud alegremente disruptiva. Esencialmente es un texto cyberpunk, “La Matrix” de las películas animadas de cómics, en la que Miles debe decidir si determinará su propio destino o se adherirá a las historias que ya se han escrito para él.”, describe, con encanto la crítica de cine Katie Walsh en su columna de Los Ángeles Times.
En la segunda película del Spider-Verse, la exploración del multiverso va más allá: ahora veremos a Miles y a Gwen saltando de un universo a otro. Veremos escenas muy similares a las que ya hemos visto en filmes como Todo a la vez en todas partes o Doctor Strange en el Multiverso de la Locura. El concepto de que existen dimensiones paralelas coexistiendo en el universo está de moda y empieza a sentirse trillado.
Y es que aunque Spider-Man a través del Spider-Verso es un goce visual, y resulta curioso ver tantas versiones de Spider-Man (en esta ocasión vemos decenas de vertientes del personaje, incluso una que vive en el mundo de Lego), por momentos se siente que el filme abusa de los saltos dimensionales hasta volverse agotador, incluso estresante.
Este filme maneja un ritmo trepidante, afanoso. Si bajas la mirada para ver tu teléfono celular por más de 2 minutos de seguro ya te habrás perdido unas veinte líneas de diálogo y una decena de escenas de acción. No da respiro. Así nos gusta ahora a los espectadores, pero por momentos llega a cansar cómo te escupen frases y saltos, y caídas, y golpes, uno tras otro, sin tregua.
Gwen, la Spider-Woman, compite con Miles Morales por el protagonismo de la película y nunca llegamos a saber quién es el líder del relato. Quizá esa es la intención: que no exista un único protagonista sino dos.
Los múltiples saltos dimensionales se suceden en el segundo acto de la película. Evocan a otras películas del género y son un derroche de creatividad visual. Hay líneas y momentos de gran finura, como uno en donde todos los Spider-Man terminan señalándose entre sí, en alusión al famosísimo meme que circula por la web.
Un villano original
El guion de Spider-Man A través del Spider-Verso es simple pero efectivo. El villano, “Spot”, una suerte de hombre sin rostro caído en desgracia cuyo cuerpo está cubierto por agujeros negros que llevan a otras dimensiones, carece de matices y no genera temor alguno, pero se aleja de los antagonistas tradicionales de Peter Parker en otras entregas de la franquicia.
No se trata, tampoco, de un guion que sorprenda por sus giros inesperados, pero logra mantener atrapada a la audiencia. En sus 140 minutos, escuchamos varias lecciones de vida que nos ayudan a recordar el valor del núcleo familiar.
“A través del Spider-Verse” nunca se siente falto de lecciones que impartir, pero resuena particularmente como una oda a la autonomía personal. Un recordatorio de que todos somos dignos del espacio que ocupamos. Es una mezcla de sabiduría no solicitada, pero siempre bienvenida, que te mejora por haberla escuchado, que afirma tu valor y te envuelve en un firme abrazo de araña”, corrobora el crítico Hayden Mears en StarBurst Magazine.
El tercer acto termina de forma apoteósica y nos deja con ganas de conocer el desenlace. Ocurre que la tercera entrega, Spider-Man: más allá del Spider-Verso, llegará a los cines el 29 de mazo de 2024, es decir en apenas 10 meses. De manera que los seguidores de la saga no tendremos que esperar mucho para ver la batalla final con “Spot”, el villano central de este capítulo del hombre arácnido.
Lo bueno
- La animación es espectacular.
- Nunca para de tener acción.
- Reafirma valores familiares.
- La banda sonora es increíble.
- Hay decenas de variantes de Spider-Man.
Lo malo
- Se siente demasiado larga.
- Se habrían agradecido más pausas en la acción para dejar respirar a la audiencia.
- El villano no termina de convencer.
- Los saltos de universos llegan a cansar y a verse trillados.
Lo feo
- El final deja a la mayoría de los asistentes perplejos e insatisfechos.
En conclusión
Spider-Man A través del Spider-Verso es una experiencia visual increíble. La simpleza de su guion contrasta con la complejidad y la virtud de su apartado técnico, pero esa misma simpleza la convierten en un relato atractivo para pequeños y grandes. Su final puede resultar chocante y difícil de digerir, pero garantiza que la tercera entrega de esta saga será una de las películas más esperadas de 2024.
