La sexta temporada de Black Mirror guarda aires a La Dimensión Desconocida. Juega con giros inesperados y evoca lo sobrenatural. Las cinco historias que relata son entretenidas, pero parecen no encajar con lo planteado por su escritor y productor principal, Charlie Brooker, en temporadas pasadas.
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Si esperas ver la última temporada de Black Mirror con la expectativa de ver historias que exploren el impacto distópico de la tecnología en el futuro, te estrellarás con que solo dos de los cinco episodios manejan una correlación con este tipo de construcción narrativa.
Varios críticos han apuntado que en esta temporada Black Mirror no mira hacía el futuro, sino hacía nuestros miedos y las aberraciones de la sociedad en el presente. También, parece ser el escaparate de Brooker para criticar a Netflix a través de una empresa similar llamada StreamBerry.
Lo cierto es que, más allá de abordar relatos con otro enfoque, el mayor problema de la sexta temporada de Black Mirror radica en sus guiones carentes de coherencia y verosimilitud. Iré explorando los principales fallos argumentales de cada capítulo.
Los capítulos y nuestro veredicto
1. Joan is Awful
En este primer episodio, Joan, un personaje interpretado por Annie Murphy, se da cuenta de que su existencia se está reproduciendo en una serie en directo en la que Salma Hayek la encarna. Este episodio invita a la reflexión sobre la continua demanda de contenido, los realities, los derechos sobre la imagen personal y el impacto del contenido autogenerado.
Veredicto: El capítulo comienza explorando un giro dramático digno de La Dimensión Desconocida (1959). StreamBerry, la plataforma que emula a Netflix en el universo ficticio de Black Mirror, comienza a reproducir cada instante de la vida de la verdadera Joan en una suerte de serie televisiva generada por inteligencia artificial. ¿Cómo logra saber StreamBerry cada detalle de la vida de Joan? Es una de las tantas preguntas sin respuesta. Desde que aparece Salma Hayek en el capítulo, cada giro se caracteriza por su incoherencia y falta de gracia. El final es tan ilógico, absurdo y carente de gracia que no resulta extraño que en RottenTomates la temporada apenas goce de un 47 % de aprobación por parte del público.
Es un capítulo que comienza como una profunda crítica al contenido generado con base en algoritmos y se convierte en una relato distópico de pobre factura que intenta unirse a la conversación de los multiversos de forma estúpida. 5/10
2. Loch Henry
Una pareja se traslada a un apacible pueblo en Escocia con la intención de filmar un documental sobre la naturaleza. Sin embargo, su enfoque cambia drásticamente cuando deciden construir un documental sobre un antiguo asesino que habitaba en la zona. Es uno de los mejores capítulos aunque se siente ajeno al enfoque que hizo famoso a Black Mirror en otros tiempos. Es una pena que, de nuevo, el final del episodio se sienta apresurado y carente de lógica. No es un capítulo de ciencia ficción en ningún sentido, pero te mantendrá pegado a tu asiento. El final es flojo e inverosímil, como lo son todos los cierres de esta temporada.
Veredicto: Como relato de terror y suspenso, funciona. Sin embargo, termina siendo una fábula pretenciosa y mal construida sobre los afanes de fama sin tapujos en la sociedad moderna. 7/10
3. Beyond the sea
Aaron Paul y Josh Hartnett dan vida a dos hombres que habitan en el espacio en un universo paralelo de 1969. Gracias a su avanzada tecnología, tienen la capacidad de vivir una vida “normal” en la Tierra a través de sus réplicas (unos robots que lucen a imagen y semejanza de ellos y con los cuáles se conectan al acostarse en una suerte de camas). Un incidente inesperado amenaza su relación. El episodio aborda la temática de las capacidades humanas, la ciencia ficción, el alcance de la tecnología sobre el ser humano, y también explora la soledad y la complejidad de las relaciones humanas.
Veredicto: Este es, para mi gusto, el mejor capítulo de la temporada. Es atroz, es imaginativo y distópico. Este capítulo sí evoca al Black Mirror de antaño y mantiene la tensión durante su hora de duración. Ofrece un giro dramático al final que resulta difícil de justificar y de creer, pero es digno de Black Mirror. 9/10
4. Mazey Day
Clara Rugaard interpreta a una actriz joven que sufre el acoso constante de los paparazzi después de un accidente. Una paparazzi se esfuerza al máximo por obtener una fotografía de la actriz, que ha sufrido una caída de su estatus y ha desaparecido durante meses. Este episodio hace una crítica a la invasión de la privacidad por parte de los medios de comunicación y cuestiona lo que estamos dispuestos a tolerar como sociedad en busca de noticias sensacionalistas.
Veredicto: Parece ser que quieren sorprender a los espectadores con un extraordinario giro en los acontecimientos, pero lo único que sorprende es que Charlie Brooker haya sido el autor de un guion que, por lo demás, se siente infantil y pobre para los estándares de la serie. 4/10.
5. Demonio 79
En el último episodio de la temporada, Anja Vasan da vida a una empleada de una tienda departamental en la Inglaterra de 1979, hija de inmigrantes, que se ve obligada a obedecer a un demonio que le ordena matar a tres personas o enfrentar el apocalipsis. Este episodio hace una fuerte declaración sobre el hostigamiento, la discriminación racial y la segregación que ha ido en aumento durante décadas.
Veredicto: Este episodio rememora a la serie japonesa Death Note y al shinigami que la protagoniza, Ryuk. Es uno de los episodios más sólidos de la temporada aunque, también, se aleje de la esencia de la serie. En Demonio 79 nunca se habla de un futuro distópico derivado de tecnologías usadas de forma aberrante, sino de un apocalipsis producto de los designios de fuerzas infernales. Se siente como un cuento de Edgar Allan Poe adaptado a la modernidad. 8/10
Nuestro ranking del mejor al peor
1. Beyond the Sea: 9/10
2. Demonio 79: 8/10
3. Loch Henry: 7/10
4. Joan is Awful: 5/10
5. Mazey Day: 4/10
Lo que afirman los críticos
Emiliano Basile de EscribiendoCine alabó el programa por seguir sorprendiendo y capturando a la audiencia con los peligros de la tecnología, dando la temporada una calificación de 7/10. Sin embargo, Shirley Li de The Atlantic encontró que la ingeniosidad que solía definir a Black Mirror estaba en gran medida ausente en esta temporada.
Sarah Jessica Rintjema de Exclaim! señaló que tres de los cinco episodios de la temporada se desarrollan en el pasado, lo que podría indicar que la serie se está agotando. A pesar de esto, Barbara Ellen del Observer (Reino Unido) expresó que el programa se siente una vez más como un gran evento televisivo, especialmente con la llegada de ChatGPT.
Leila Jordan de Paste Magazine describió la temporada 6 como un retorno frustrante de la serie, y señaló que parecía que “los creadores estaban comenzando a sentirse “atrapados en la premisa del programa y parecían querer explorar nuevos territorios”. Steve Greene de indieWire hizo eco de este sentimiento, sugiriendo que Black Mirror ve su premisa original (centrada en la tecnología y la ciencia ficción) más como un obstáculo que como una oportunidad.
A pesar de las críticas, Joel Keller de Decider afirmó que aunque los episodios de Black Mirror varían en calidad, siempre son entretenidos, y Chris Joyce de Movies and Munchies (YouTube) apuntó que cada historia tenía suficiente contenido para crear dilemas morales y ofrecer advertencias sobre el presente y el futuro.
Por otro lado, Alberto Carlos de Espinof argumentó que “el que haya habido una pausa de cuatro años desde la temporada 5 ha servido para que ‘Black Mirror’ vuelva refrescada con un pulso y una fuerza que parecía perdida. Se nota, además, las ganas de Charlie Brooker de hacer algo nuevo con su juguete”.
Aun así, Alan Sepinwall de Rolling Stone criticó que, aunque era admirable que Charlie Brooker estuviera intentando expandir la definición de lo que puede ser Black Mirror, muchos de los nuevos episodios caen en problemas serios de coherencia.