El capítulo 5 comienza con disturbios. FEDRA ha sido derrocada por el pueblo. Dos niños, Henry (Lamar Johnson) y Sam (Keivonn Montreal Woodard), se esconden en las sombras. Mientras escapan, hablan lenguaje de signos (Sam tiene problemas de audición). Se esconden en la noche, sabiendo que la resistencia los está buscando.
Kathleen (Melanie Lynskey) y Perry (Jeffrey Pierce) cuestionan a aquellos acusados de traicionar a sus aliados. Mientras Kathleen los sermonea y amenaza, les ofrece un trato. Necesita información sobre Henry. Cuando le dice a Perry que mate a los prisioneros, alguien le dice que Edelstein era un informante y prometió esconder a Henry. Después de ordenar a sus soldados que continúen buscando a Henry, Kathleen ordena matar a los soplones.
Henry y Sam se encuentran con Edelstein (John Getz) en un ático. Henry plantea un plan para pasar por los túneles, suponiendo que Edelstein se unirá a ellos. Edelstein asiente, pero no responde. Henry consuela a Sam y le da crayones para que dibuje en las paredes.
Pasaron 10 días y se acabó la comida. Edelstein no ha vuelto. Sam se pregunta si el anciano volverá alguna vez. Henry reconoce que ya no pueden esperar más. Ha pasado los últimos días estudiando los patrones de los soldados de Kathleen, y pueden escapar a pie. Para ayudar a que Sam se mantenga calmado, Henry le pinta la cara para que se parezca a un superhéroe. Dejan el ático en busca de un nuevo lugar de escondite.
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Henry se encuentra con Joel
Antes de partir, se escucha un estruendo afuera. Henry ve una camioneta a través de la ventana y ve a Joel (Pedro Pascal) luchar contra los soldados de Kathleen. Comienzan a seguir a Joel y Ellie (Bella Ramsey) y los acechan en los apartamentos.
Joel despierta con un arma apuntándolo. Henry le dice a Joel que tendrán que confiar el uno en el otro y que quieren ayuda. Les cuenta quiénes son y que él es el hombre más buscado en Kansas City. Henry le informa a Joel sobre lo que sucedió en “Killa City”, admitiéndole a Joel que fue un colaborador. También admite que sus armas no estaban cargadas cuando las apuntaron a Joel y Ellie.
Henry y Sam le cuentan a Joel sobre los túneles. Joel les informa que FEDRA empujó a todos los infectados hacia debajo de tierra, pero su fuente dijo que los túneles están limpios. Entran en los túneles, con la esperanza de que la fuente tuviera razón y de que Kathleen no envíe hombres a los túneles.
Cuando llegan por primera vez a los túneles, los pasillos parecen estar vacíos. Caminan despacio, encontrando una puerta a lo que parece ser una sala de juegos. Joel ha oído hablar de asentamientos subterráneos donde la gente trató de esconderse en búnkeres. Usan el búnker para descansar, permitiéndoles que la oscuridad les ayude a esconderse del otro lado. Ellie y Sam se conectan a través de los cómics.
Henry confiesa que colaboró con FEDRA para ayudar a Sam, quien tenía leucemia y solo FEDRA tenía acceso al tratamiento. Henry entregó a un líder de la resistencia, el hermano de Kathleen, como parte de su colaboración. Ahora, Kathleen y Perry continúan buscando a Henry. Joel, Ellie, Henry y Sam dejan los túneles, pero son atacados por un francotirador. Joel va a detener al francotirador mientras Ellie se queda a salvo.
Joel se escabulle y sorprende al francotirador por su espalda. Le pide que se quede quieto. Joel lo abate y escucha una comunicación por radio con Kathleen. Los vehículos que transportan la resistencia de Kansas City están cerca, y el trío busca refugio. Joel sigue disparando, logrando dar al conductor antes de que atropelle a Ellie.
Kathleen le pide a Henry que salga. Henry ofrece salir si deja ir a Sam y a Ellie. Kathleen se niega. Henry sale, pero antes de que Kathleen los mate, los zombis salen de un agujero en el suelo.
Vuelven los zombis y el caos, por fin
En el caos, Ellie encuentra refugio en un automóvil. Perry se sacrifica ante un zombi gigante para salvar a Kathleen. La criatura decapita a Perry. Ellie escapa de un clicker para salvar a Henry y Sam. Cuando los cuatro escapan, Kathleen los detiene por última vez. Sin embargo, un zombi salta sobre ella, lo que les permite a todos escapar del caos.
Henry y Joel discuten sus planes futuros en un motel. Joel invita a Henry a quedarse con ellos. Sam y Ellie leen más cómics y hablan de sentir miedo. Ellie hace bromas, pero también le dice a Sam que tiene miedo de estar sola. Sam revela la verdad. Ha sido mordido. Tiene miedo de convertirse en un monstruo.
Ellie actúa rápidamente, cortando su mano y poniendo su sangre en la herida. Sam le pide a Ellie que se quede despierta con él lo más que pueda. Al día siguiente, Sam se sienta en el borde de la cama, viendo el amanecer.
Cuando Ellie se acerca, Sam se gira y la ataca, revelando que ahora está infectado. Henry y Joel saltan por la pistola. Henry apunta a Joel, pero cuando Sam intenta morder a Ellie, él dispara. Al darse cuenta de que ha matado a su hermano, Henry apunta la pistola contra sí mismo. Ellie y Joel entierran a los hermanos. Ellie deja la libreta de Sam en sus tumbas y los dos continúan hacia el oeste.
Análisis del capítulo
El capítulo 5 nos recuerda que si la serie es de zombis, es importante que tenga zombis, así sea de vez en cuando. Si tu serie se autodenomina de terror y acción, debe haber terror y acción. Después de dos capítulos parsimoniosos, los zombis y el dolor regresaron a escena. Por eso, creo que el capítulo 5 fue el mejor de la temporada hasta el momento.
En este capítulo nos estrellamos con la realidad del mundo posapocalíptico: vivir un día más es una conquista. La muerte acecha y no resulta extraño conocer a alguien y verlo morir al día siguiente. Es lo lógico. The Last of Us no tiene miedo de ser desgarrador y real.
En el capítulo 5 conocemos a Sam (Keivonn Woodward) y Henry (Lamar Johnson). Exploran sus temores y su tierna relación de padre e hijo. Y los vemos morir en el mismo capítulo de forma atroz y espantosa, tal como ocurrió en el videojuego.
No solo eso, los villanos que se perfilaban como personajes relevantes de la historia, Kathleen y Perry, mueren también. Así mismo, los Hunter caen arrasados por una horda de zombis. El arco de Kansas City se esfumó tan rápido como llegó.
Y he ahí uno de los problemas de la serie: plantear personajes para matarlos en un santiamén no resulta inusual para un videojuego, pero sí para una serie de televisión.
En aras de generar una conexión emocional con un personaje, el guionista suele dejarlo vivir por una tanda de capítulos. Así, al acabar con ellos, el impacto emocional es mayor. Sin embargo, en The Last of Us vemos a cuatro personajes aparecer y morir con tal rapidez que sus fallecimientos pasan sin pena ni gloria.
“‘Sobrevive y resiste’ finalmente destaca lo que hace de The Last of Us una gran historia, sin importar el medio en el que esté. Y ese elemento es la conexión humana. La raza humana prospera en la conexión, formamos amistades duraderas, familias y a veces lazos inquebrantables a lo largo de nuestras vidas. Incluso el fin del mundo no ha cambiado esto, ya que Henry está fieramente dedicado a proteger a Sam. Todo lo que ha hecho, por bueno o por mal, es en servicio de su hermano”, afirma Collier Jannings en su reseña para Butwhytho.
Por su parte, Alan French destaca la escena de acción donde, por fin, volvemos a ver zombis en esta serie donde brillan por su ausencia: “El episodio de televisión más cercano a lo que acabamos de ver, en la memoria reciente, es “Hardhome” de Juego de Tronos. Ese episodio canta y tiene la mejor pieza de acción que la serie haya escenificado. Dudo que esto sea lo mejor que veamos de The Last of Us, simplemente porque operan en un nivel tan alto. La coreografía de lucha fue impresionante en la cantidad de piezas en movimiento. La combinación de clickers, infectados y bloaters entrega una fantástica secuencia de acción”.
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